viernes, 6 de mayo de 2011

ASUNTO BARAGAÑA: EL PSOE RECONOCE SU FRACASO RENEGANDO DE LA REFORMA DE LA PLAZA (AHORA TODOS TIENEN LA CULPA)

Los socialistas de Carreño están nerviosos a causa del destrozo que han perpetrado en la Baragaña.  Entendemos que quieran echar la culpa a  los demás de la desastrosa reforma realizada. Entendemos que asumen y reconocen que el resultado de la reforma de la Baragaña es pésima, porque en vez de defenderla,  huyen de ella como de la peste. Ahora bien, la realidad es la que es: en Carreño gobierna el PSOE, el Alcalde es Ángel Riego, y la inversión que el PSOE aprobó en el Presupuesto de 2009 y que ahora se traduce en "hija repudiada", forma parte del debe de los socialistas de Carreño con los vecinos.

Todo esto viene a cuento de la entrada publicada en el blog que el PSOE de Carreño ha abierto recientemente con motivo de los comicios del próximo día 22, que señala  que "en contra de lo afirmado recientemente por representantes del PP de Carreño, éste partido aprobó en Junta de Gobierno de nuestro Ayuntamiento (26 de Nov 2009), el proyecto de reurbanización de la Plaza de la Baragaña", y muestran un acta de la Junta de Gobierno.

Pues bien, lo que aprobó la Junta de Gobierno con el voto del representante del Partido Popular, fue el proyecto de reurbanización ganador del concurso de ideas con la propuesta denominada "Devónico", es decir, lo que hizo la Junta de Gobierno fue llevar a la práctica la decisión adoptada por el Jurado que decidió el proyecto de reforma de la plaza de la Baragaña.

Le guste o no al PSOE de Carreño, si tenemos una reforma de la plaza de la Baragaña de la que abjuran sus promotores, es porque:

1) Se aprobó en el Presupuesto de 2009 esa inversión, y sin previsión  de gasto en el presupuesto, no habría reforma de la plaza de la Baragaña. Lo que no está en el Presupuesto, no existe. Y el PP votó NO a ese Presupuesto. El PSOE votó SÍ.

2) El órgano que decidió el proyecto de reforma, fue el Jurado creado al efecto, y en la votación de ese Jurado, el PP se decantó por un proyecto distinto del elegido. El PSOE votó a favor del diseño que horroriza a la gran mayoría. Recordemos a los desmemoriados socialistas: en este caso singular, a diferencia del resto de obras ejecutadas por el Ayuntamiento, el proyecto fue decidido en un concurso de ideas. El producto de ese concurso, es lo que se ha ejecutado, y ese producto defectuoso y rechazado por los carreñenses, contó con el rechazo del PP.

3) Superadas las fases anteriores, llega la decisión de la Junta de Gobierno, que no puede ser otra que la que resultó: aceptar lo decidido por el Jurado del concurso de ideas, y en consecuencia aprobar el proyecto que dicho Jurado eligió. El representante del PP en la Junta de Gobierno hizo lo que debía: aceptar democráticamente la decisión resultante del concurso de ideas, a pesar de no compartirla, en tanto que miembro del órgano competente para ejecutar lo que el Jurado del concurso de ideas decidió.

El PP dijo NO en los momentos oportunos y decisivos: cuando se aprobó el Presupuesto que incluía la reforma, y en el concurso de ideas que decidió el proyecto que se iba a ejecutar. La decisión de la Junta de Gobierno, fue por añadidura, y en ejecución de lo decidido anteriormente.

Resulta sorprendente el grado de desestabilización en la que deben de encontrarse nuestros adversarios socialistas. Sólo así puede entenderse el recurso a la manipulación y la falacia en este asunto. Ellos formaron parte de la mayoría que aprobó una inversión innecesaria, con el voto en contra del PP. Ellos formaron parte de la mayoría que aprobó el diseño de la reforma de la Baragaña, con el voto del PP a favor de un proyecto distinto. Y después de todo eso, pretenden decir que el PP es corresponsable del desaguisado por aceptar democráticamente que se contraten las obras de una reforma decidida por la mayoría en el precitado concurso de ideas.

Parece que para los socialistas de Carreño, toda vale. Hace poco presumían de la Baragaña como el ejemplo de realizaciones de un "Gobierno moderno". Ahora reniegan de sus propias obras, y reconocen que no saben planificar adecuadamente las inversiones para Carreño. Ver para creer: un Gobierno que se hace oposición a sí mismo.