martes, 20 de septiembre de 2016

Responsabilidad pública e iniciativa privada al servicio de un mayor dinamismo económico

La ciudad residencial de Perlora era un centro de actividad económica y de vitalidad para Carreño. Lo era pero desde hace años ya no lo es. Los socialistas la cerraron y diez años después no han puesto una sola idea sobre la mesa. Por lo tanto, y en coherencia con el reclamo constante formulado por el PP en la Junta General del Principado, desde Carreño reiteramos que es el Gobierno regional el que, en tanto que propietario del complejo, debe plantear soluciones.

Dicho lo anterior, pasamos a enunciar aspectos que consideramos esenciales en relación con el futuro de la ciudad residencial:

La cuestión más problemática que se plantea es qué hacer con las edificaciones existentes. En este punto creemos que hay que distinguir:

Los chalés: fueron construidos para ser habitados, por lo que creemos que lógicamente debe procurarse conseguir ese fin. En los tiempos en los que estamos no nos parece realista pensar que el Principado se va a convertir nuevamente en un gestor hotelero o residencial, experiencia que además en el caso de la administración regional socialista, resultó fatalmente ruinosa. Es por ello que, a  nuestro juicio, hay que ofrecer esa opción a la sociedad, convocando un concurso para adjudicar la gestión de esos inmuebles a empresas o personas interesadas en rehabilitarlos por completo y alquilarlos. Se trata de generar actividad económica, de que haya personas que vivan en esos inmuebles y los cuiden, y al mismo tiempo,  conservar la titularidad de las viviendas que en último término seguirían siendo del Principado.

Resto de edificaciones: hay que analizar su funcionalidad,  una a una. En algún caso se podría actuar como en el supuesto de los chalés, sobre todo aquellas que puedan destinarse a actividades económicas, y respecto de las demás, y dado que son propiedad pública, el Principado debe dotarlas de algún uso acorde con ese carácter público. En el caso concreto de la antigua Iglesia, habría que preguntar a la archidiócesis de Oviedo si tiene interés en su rehabilitación y recuperación del culto,  y si existiera ese interés, la Iglesia podría contribuir también a la recuperación del edificio.

Viales: planteamos que, naturalmente sigan siendo de libre acceso. El hecho de que haya particulares viviendo en los chalés en régimen de alquiler,  no convertiría la ciudad residencial en una urbanización privada

Espacios verdes: planteamos que el Principado mejore con un cuidado continuo, durante todo el año, los amplios espacios verdes comunes existentes, de tal modo que sean acondicionados como merenderos y zonas de esparcimiento, ajardinadas y correctamente conservadas por dicha Administración.

Zonas deportivas: planteamos que el Principado ceda su gestión al Ayuntamiento con la firma de un convenio que garantice la financiación de dicho servicio por parte de la Administración autonómica.

En definitiva, creemos que la antigua ciudad residencial necesita soluciones realistas que  combinen la  necesaria responsabilidad de la Administración en la gestión de sus propiedades con la iniciativa privada. Una zona residencial con espacios abiertos a todo el mundo, que fomente las zonas verdes y los servicios relacionados con las playas del entorno, y todo ello con el objetivo de que lo que hoy es sinónimo de abandono,  sea mañana ejemplo de dinamismo y vitalidad.

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