martes, 13 de diciembre de 2016

La irresponsabilidad de la alcaldesa puede llevar al Ayuntamiento a tener que devolver los 800.000 euros de subvención para el Museo de la Pesca

Los que nos metieron en el lío de hacer un museo inviable, pidieron una subvención con tal fin, y ahora llevan años dedicando el edificio a todos los usos imaginables salvo el de museo, tienen que explicar a los vecinos qué van a hacer para cumplir el compromiso de la subvención y que el asunto no tenga implicaciones millonarias para el Ayuntamiento.

 La idea de hacer un museo en el antiguo edificio de Ortiz viene de lejos y tradicionalmente ha sido defendida por el PSOE e IU. No en vano el edificio fue expropiado para ese fin por una cantidad cercana a los 600.000 euros, por aquel entonces 100 millones de pesetas. En esa línea, el 28 de octubre de 2010, el Gobierno central en manos del PSOE, a través del Ministerio de Cultura, concedió subvención al Ayuntamiento de Carreño para la adecuación de edificio para la creación del Museo de la pesca y la industria conservera de Candás, por importe de 1.399. 519,87 euros. Finalmente en enero de 2012 las obras fueron adjudicadas por una cantidad cercana a los 800.000 euros, y finalizaron en junio de ese año.

Pues bien, han pasado cuatro años y medio desde que terminaron las obras de la primera fase de Ortiz, y los grandes defensores del Museo de la pesca parecen haberse olvidado de la idea, pese a que siempre rechazaron lo que desde el PP les dijimos una y otra vez: Carreño no puede permitirse el coste de levantar y mantener otro museo. De hecho, la alcaldesa y su gobierno parecen estar muy cómodos en el uso polifacético de un museo a medio terminar, intentando hacer olvidar que ese museo que tanto defendieron, en este momento se puede decir que es un rotundo fracaso.

Sin embargo, en este asunto no estamos sólo ante un fracaso político de los que tanto defendieron un museo que con el transcurrir de los años se manifiesta como un proyecto inviable, sino que además estamos ante una negligencia que puede tener graves consecuencias para el Ayuntamiento. En este punto hay que recordar que un informe del secretario municipal de 13 de enero de 2014, advertía de lo siguiente:

“En nuestro caso, podría pensarse que una vez justificada la subvención concedida ya se encuentran cumplidas las obligaciones del Ayuntamiento; no obstante, a nuestro juicio, las obligaciones municipales no se limitaban a la ejecución de la primera fase de la infraestructura, sino que implicaban la realización completa de la misma, por lo que de no llevarse a cabo el Museo que fundamento la concesión de la subvención, el Ayuntamiento incumpliría sus obligaciones pudiendo proceder la revocación de la subvención con reintegro en las condiciones marcadas por la ley.”
 Como puede verse, el informe es claro en cuanto a la obligación de llevar a cabo las obras del Museo. No obstante, hay un matiz en el informe que también debe señalarse:

 otro asunto distinto es el que se refiere al plazo para realizar la segunda fase de la infraestructura; cuestión que viene condicionada decisivamente por la normativa de estabilidad presupuestaria del Estado en relación con los concretos datos municipales. Como quiera que la segunda fase habría de afrontarse, a día de hoy, exclusivamente con recursos propios y sin contar con el remanente positivo, la cifra de techo de gasto, una vez detraídas las obligaciones pendientes no sería suficiente, según datos de Intervención, para afrontar la obra. Y esa imposibilidad actual no puede, a nuestro juicio, justificar una revocación de la subvención, dado que en condiciones normales, el Ayuntamiento podría afrontar la inversión; y si no puede hacerlo, en este momento, no se debe a la falta de solvencia municipal, sino a un endurecimiento coyuntural de las normas presupuestarias de ámbito estatal. Ahora bien, lo dicho anteriormente no supone que la actuación quede sometida al mero voluntarismo municipal, sino que ha de abordarse en cuanto sea posible a la vista de la legalidad aplicable y en términos de racionalidad, primando incluso sobre otras inversiones.”

 La cuestión es que el mes que viene se cumplirá tres años desde la emisión de este informe, han pasado varios presupuestos municipales, estamos en la antesala del presupuesto de 2017, se ha decidido el destino de varios remanentes, y sin embargo, los defensores del Museo de la pesca y de la industria conservera no han previsto ni un solo euro para terminar la obra, pese a que ellos proyectaron el museo y promovieron la concesión de la subvención para tal fin. Con todo ello queremos poner de relieve que, transcurridos cuatro años y medio desde que terminaron las obras, y tres desde la emisión del informe del secretario sobre la situación del edificio de Ortiz, desde el PP creemos que estamos en la situación descrita en el referido informe como “mero voluntarismo municipal”, y nos preguntamos cuándo se va a abordar este asunto teniendo en cuenta que,  de acuerdo con el informe jurídico, las obras del Museo  deberían hacerse “primando incluso sobre otras inversiones.”

 ¿Por qué planteamos esto desde el PP?. Pues sencillamente porque frente a tanta vergonzosa improvisación y negligencia de la alcaldesa y el PSOE, defendemos que se gestionen los asuntos públicos con un poco de rigor. Es por ello que reclamamos que los que nos metieron en el lío de hacer un museo inviable, pidieron una subvención con tal fin, y ahora llevan años dedicando el edificio a todos los usos imaginables salvo el de museo, digan a los vecinos de Carreño qué van a hacer para cumplir el compromiso de la subvención y que el asunto no tenga implicaciones millonarias para el Ayuntamiento.

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